Orgullo
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En ITYC nos sentimos orgullosos de nuestros ex alumnos. Les compartimos algunas historias de vida que han sido parte de nuestro instituto.
Rodrigo Rojas Navarrete
En algunas ocasiones se dice que la manzana no cae lejos del árbol, con el afán de describir que algo o alguien continúa un mismo camino que ya estaba marcado. Y así mismo le sucedió a Rodrigo Rojas Navarrete, exalumno ITYC, que dedicó su vida a la función pública, pues asegura que desde niño creció “en una familia en donde el servicio y la función pública eran una prioridad; hoy soy parte de ese legado”.
Durante su estancia en la escuela, Rodrigo pasó por distintos momentos especiales de su vida. Conoció, como él menciona, a maestro extraordinarios que aún recuerda con gran cariño.
“Al profesor Fernando yo le tenía pánico, todos le teníamos pánico porque era muy exigente y me reprobaba en flauta. Es un profesor que jamás voy a olvidar, sobre todo su enseñanza respecto a la puntualidad, lo estricto que era y su pulcritud al vestir. Él siempre nos dijo, desde la primera clase ‘yo voy a ser de los profesores que siempre se van a acordar’. Y así fue”, enfatizó.
“Sin duda alguna, Miss Ventura es una de las misses que más recuerdo. Pero yo era un chico que se llevaba demasiado bien con el personal administrativo y de mantenimiento. Recuerdo que platicaba mucho con las nanitas y las misses de biblioteca. Era el consentido de Miss Noemí Vázquez, siempre fue amable conmigo.
Al respecto de sus memorias, nos encanta ver como uno de los recuerdos más nítidos de los alumnos, son las clases de Miss Vero y Miss Caro, de francés y geografía, respectivamente. Ellas, recientemente se jubilaron, pero durante el tiempo que estuvieron en el colegio, dejaron muchísimas semillitas sembradas.
Para él, su estancia en el colegio lo describe como unos años divertidos. “Me gustaba participar en todos los eventos que hacia la escuela: las pastorelas, el Halloween, el Día del Niño. Todo era muy divertido”.
“El ITYC es un institución que tiene muchos valores, eso es algo que se agradece. A mi me gustaba mucho que era (y es) una escuela pequeña, por lo que los profesores logran identificar perfectamente los puntos flacos y virtudes de cada uno de sus alumnos, entonces, eso la hace especial”, enfatizó.
Pero sabemos que la escuela no sólo es un sitio para aprender, también funge como un lugar para socializar y generar vínculos. En este sentido, Rodrigo señala que las amistades que forjó en su paso por el ITYC aún son parte de su vida.
“El ITYC fomenta mucho el compañerismo y esa es una de sus grandes cualidades; nos ayuda a robustecer la educación que nos dan a cada uno en casa.
Yo siempre he dicho que a la escuela no vas a que te eduquen, eso se genera en el hogar. Pero la escuela un factor muy importante para fortalecer esos lazos de amistad, esos lazos que te ayudan a reforzar los valores. Y en este caso, el ITYC, empezando desde su himno, nos deja claro sus enseñanzas con el lema que se extrae del himno: todos unidos y llenos de amor”, señaló.
Al terminar la preparatoria ingresó a la Universidad Iberoamericana para estudiar Ciencias Políticas y Administración Pública, una carrera que, desde la infancia, ya formaba parte de su vida.
“Crecí con eso; en mi familia la función pública era una prioridad y desde que me di cuenta de qué se trataba y qué era; esta cercanía con la gente y poder tratar de ayudar a que los mexicanos y a que la población tuviera una mejor calidad de vida, decidí que a eso me quería dedicar”, asegura Rodrigo.
Su abuela, la Dra. Ifigenia Martínez, reconocida política, economista, catedrática y diplomática mexicana y recientemente galardonada con a Medalla Belisario Domínguez. que otorga el Senado de la República “a los mexicanos y mexicanas que se han distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente como servidores de nuestra patria o de la humanidad”, es uno de sus máximos ejemplos de servicio público.
“Soy de los funcionarios públicos más jóvenes, pero mas allá de un cargo, yo lo veo como un encargo. Se trata de servir, de contribuir, de apoyar”, afirma Rodrigo.
En la actualidad se desarrolla como titular del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER).
“Es un dependencia que está sectorizada a la Secretaria de Educación Pública, en donde nos dedicamos a certificar y a validar todas las competencias de las personas. Todas sus habilidades, sus destrezas y sus conocimientos nosotros los evaluamos y los certificamos y les entregamos un documento oficial de la SEP.
Para mí es un dependencia muy noble que da siempre buenas noticias, porque ayuda a la ciudadanía”, puntualizó el exalumno.
Además, es especialista en implementación de Políticas Públicas, y Maestro en Administración Pública por el Instituto Nacional de Administración Pública. Cuenta con más de 10 años de experiencia en el campo político y en la administración pública se ha desempeñado como asesor del Jefe de Gobierno y del Secretario de Turismo de la Ciudad de México.
En un futuro desea incursionar en la vida legislativa y seguir contribuyendo a la ciudadanía con su trabajo, pues sabe que “el bienestar social es muy gratificante”
Para finalizar, una de las reflexiones que Rodrigo deja claro en esta entrevista, es la importancia de labrar una trayectoria académica, “pero también hay que fortalecer otras áreas como el tema emocional, las relaciones interpersonales. Yo no fui un alumno de excelencia, fui un alumno promedio, pero justamente te vas desarrollando, vas creciendo, vas encontrando coincidencias y vas encontrando qué es lo que te gusta hacer, y yo creo que todo el mundo triunfa, cuando tienes seguridad en ti mismo y cuando alcanzas logros, mas allá de reconocimientos. Cuando tú te conquista a ti mismo, es cuando alcanzas el éxito”, enfatizó.
Y en este sentido ofreció un consejo a los alumnos del ITYC que están en este proceso de tomas de decisiones respecto a su futuro profesional.
“Hay que estar consientes de tus debilidades y de tus fortalezas, eso es lo mas importante. Yo sabia perfecto que economía es una carrera preciosa y que me iba a ayudar en muchos sentidos, pero yo también sabia perfecto que nunca fui bueno para los números, ni para las matemáticas. Entonces, sabia que me iba a estar tropezando cada semestres con esas materias. Hay que saber cuando sí y cuando no.
No es una decisión fácil, es verdad, pero yo creo que los chavos a partir de primero de prepa, ya tienen idea hacia donde van, además, en el ITYC te orientan para una mejor toma de decisiones.
Hagan una autoevaluación de cómo se ven en una perspectiva a diez años, ¿ejerciendo qué?, ¿trabajando en qué?” aseveró Rodrigo.
Estamos seguros que la vida de nuestro querido exalumno seguirá plagada de éxitos, le deseamos lo mejor.
¡Felicidades, Rodrigo!
Alejandro Iglesias Mendizábal
Es licenciado en cinematografía por el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) donde se especializó en Dirección de Cine, y se graduó con honores Cum Laude.
Realizó estudios en dirección escénica y cinematográfica en la escuela de cine de Praga en la República Checa (FAMU). Su cortometraje de tesis “Contrafábula de una niña disecada” cosechó más de 40 nominaciones en festivales nacionales e internacionales y varios reconocimientos, entre los que destaca la selección oficial del 66o Festival de Cine de Cannes, en la sección oficial Cinefondation.
Su ópera prima ”Sopladora de hojas”, próxima a estrenarse comercialmente, ganó el premio al Mejor Guión en el 33 Festival de Cine de Torino, y el premio de la prensa en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato 2016, además de presentarse en más de 30 ciudades del mundo.
Claudia Aguilar
Estudió la licenciatura en Biología en la Universidad Simón Bolívar y es pasante de Psicología.
Tiene una maestría en Companion Animal Behavior Counseling de la American College of Applied Science y laboró varios años realizando intervenciones para modificar conductas de animales de compañía y animales salvajes.
En el 2013 abre Bocalán México dedicado a brindar Intervenciones Asistidas con Animales a personas. Así mismo, en el 2014 dirige el proyecto de entrenamiento de Perros de Asistencia entregando en el 2015 los primeros perros de asistencia en México para personas con discapacidad, para niños con autismo y personas con diabetes.
Regina Santiago Núñez
Estudió la licenciatura en Comunicación Social en la UAM Xochimilco. La primera parte de su vida profesional la desempeñó en la administración pública. Llegó a ser Directora de síntesis, análisis y proyectos especiales en Comunicación Social de Presidencia.
Posteriormente fundó la consultoría CIAM, S. C. de la cual es directora general. Su área de especialidad es el análisis de estrategias de comunicación.
Fue conductora del programa de radio “Hoy por ti, mañana por mí. Cultura de la discapacidad”, en Radio Ciudadana en el IMER. Ha participado como comentarista en medios nacionales e internacionales como CNN en Español, La Crónica, Excélsior, FOROTv y Azteca Noticias.
Es presidenta del Observatorio y Monitoreo Ciudadano de Medios, OMCIM. Participó en el Observatorio para la Cobertura Informativa de la Violencia. Estudió la maestría en Historia en la Universidad Iberoamericana.
Ha escrito dos libros: Transición 2000. Frágil, ¡manéjese con cuidado!, en colaboración con Rosa Elba Arroyo (testimonios sobre el manejo de crisis del “error de diciembre”). Gonzalo de Murga y Suinaga: Un Quijote en México. (Biografía novelada de un emigrante vasco a la ciudad de México y el Istmo de Tehuantepec).
Arturo López-Portillo Contreras
Es Ingeniero Civil especializado en diseño estructural egresado de la Universidad la Salle, actualmente es el Director de Reducción de Riesgos de Desastre de la Asociación de Estados del Caribe.
Cuenta con 31 años de experiencia en protección civil y administración de desastres en 35 países de Norte, Centro y Sudamérica, la región del Caribe, Europa, África, Océano Índico y Asia.
Ha sido subdirector de Atención a Emergencias Ambientales en la SEDUE; Director de Coordinación en la Dirección General de Protección Civil de la SEGOB; Director de Enlace Nacional en el CENAPRED y Subdirector de Emergencias de Salud Ambiental en la SSA.
Ha recibido varios reconocimientos y distinciones de organismos de desastres y fuerzas armadas de varios países. En el 2011 recibió el reconocimiento del vigésimo aniversario de la Agencia del Caribe para la Atención de Emergencias de Desastre (CDEMA) como uno de los profesionales que más ha contribuido a la administración de desastres en la Región del Caribe en los últimos 20 años.
Cuenta con la reciente y única experiencia de haber diseñado tres planes nacionales de gestión integral de riesgos de desastre.
Ignacio Padilla (Q.E.P.D.)
Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana, maestro en Literatura inglesa en la Universidad de Edimburgo y Doctor en Literatura española e hispanoamericana en Salamanca.
Recibió los tres Premios de Literatura Bellas Artes: el de Cuento Infantil Juan de la Cabada, por Las tormentas del mar embotellado; Juan Rulfo para Primera Novela por La catedral de los ahogados y el de Ensayo Literario Malcolm Lowery por El dorado esquivo: espejismo mexicano de Paul Bowles.
En 1999 recibió dos premios nacionales: el Ensayo José Revueltas por Los funerales del alcaraván y el Premio de Cuento Gilberto Owen por La antípodas y el siglo. La novela Amphitryon le valió el Premio Primavera de Novela otorgado por la editorial Espasa-Calpe.
Fue agregado cultural de la Embajada de México en la Gran Bretaña.
El 11 de febrero de 2011 fue nombrado miembro correspondiente en Querétaro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Falleció el 21 de agosto de 2016. Lo recordamos con mucho afecto.
Fernando Stovell
Fernando Stovell es un nombre que resuena en el gremio culinario, pues su trabajo le ha otorgado fama, respeto y aprendizajes.
Entre los recuerdos que más tiene presente del ITYC, es la labor que desempeñaba Miss Ventura, Miss Maricarmen Flores y Miss Elsa. Aunque la educadora más entrañable que aparece en sus memorias, es Miss Desiré.
Fernando cuenta que un día, tomó un anillo de su madre, y en medio de todo el salón de clases, le pidió matrimonio. El evento soltó la carcajada de sus compañeros, pero recibió una respuesta amigable y cariñosa que lo hizo sentir mejor: “yo soy un poquito más grande que tú; busca a alguien de tu edad”, contestó Miss Desiré.
El momento fue memorable y divertido, ahora lo relata con una gran sonrisa en el rostro.
Su paso por el ITYC fue gentil y lleno de grandes enseñanzas, pues logró generar vínculos de amistad que en la actualidad mantiene. “durante mi paso por la escuela, formamos un grupo de siete amigos que éramos inseparables: Ale Canales, Ingrid, Héctor Pérez Nieto, Eduardo Castellanos, Miguel Pérez Busto y Maricela Casas, Leopoldo Medina Betano, René Ceballos, Abram Tanus,’que en paz descanse’; siempre estábamos juntos”, señaló.
El valor de la amistad es una característica que el ITYC siembra en sus alumnos y nos genera mucho orgullo y satisfacción ver que lo que se creó en las aulas, aún perdura.
En 1997, su vida dio un giro, pues se mudó a Londres para emprender su carrera profesional. Él relata que, en primera instancia, su elección fue estudiar negocios; sin embargo, la vida lo llevó al sitio indicado: ser chef. Por lo que se matriculó en un curso culinario en Westminster Kingsway College.
Desde eso momento y hasta hora, la cocina ha sido su lugar favorito, ha aprendido nuevas formas de cocinar, a mezclar la cocina europea y mexicana, ha perfeccionado una técnica que le ha permitido llegar a lugares maravillosos; ha cocinado para figuras públicas como: David y Victoria Beckham, Steven Spielberg, Jamie Oliver, Michael Schumacher Damien Hurst, Billy Zane, la reina de Inglaterra y también cocinaba para clientes tan variados como el ex presidente egipcio Mubarak y Mickey Rourke.
Sin embargo, sus deseos de seguir cosechando más triunfos, lo llevaron a tomar la decisión, en el 2012, de abrir su propio restaurante en el pintoresco pueblo de Chobham, Surrey.
El restaurante Stovell’s, que incluye un bar y un comedor privado, va viento en popa, ganando elogios de la crítica de periodistas como Jay Rayner en The Observer y Tom Parker Bowles en The Mail on Sunday, así como premios como la Good Food Guide. Restaurante del Año (Sureste).
Su éxito profesional es extraordinario y todo lo logró gracias a su trabajo constante y la disciplina que desde pequeño se forjó.
Pero la historia de Fernando aún no termina, pues en los próximos días, participará en el programa MasterChef México de TV Azteca.
Es claro que el éxito del exalumno lo ha generado él mismo, con su trabajo, dedicación y amor que tiene por la cocina. Para él “cualquier sueño se puede hacer realidad con perseverancia”. La trayectoria de Fernando Stovell nos llena de orgullo y satisfacción; sabemos que seguirá cosechando más éxitos.
Luis Chiu
“Recuerdo que en el ITYC inicié el gusto por el arte culinario; en las clases de cocina que tenía en Primaria preparaba distintos platillos que después reproducía en el restaurante de mis padres. Creo que ahí inició todo”, asegura Luis Chiu, exalumno ITYC.
A su corta edad, 33 años, Luis ha forjado su camino en la cocina, los éxitos que ha logrado se basan en el trabajo constante y en la perseverancia. Desde que descubrió su vocación, concentró toda su energía en crear ese lugar que hablara de sus ancestros, pero también del momento actual; así surgió Asian Bay, el restaurante que, junto con su familia, abrió en 2011.
Desde entonces, prepara comida tradicional china, a la cual, siempre le da un toque especial, único. “Entiendo los diferentes mercados y puedo ajustar los sabores y las recetas de acuerdo a sus necesidades. Además de adaptarme y aplicar el conocimiento de los ingredientes y técnicas ancestrales”, puntualizó Chiu.
Luis egresó en 2003 y durante su estancia en el ITYC, asegura, vivió grandes experiencias. “De los recuerdos que más tengo presente son los salones y la amistad que forjé con mis compañeros, ahora amigos. Me gustaban mucho los convivios de Halloween y las competencias”.
Con gran cariño recuerda a Miss Vero, “por ella comencé a tomar clases de francés después de la secundaria, porque quería estudiar en ese país. Sus clases eran muy divertidas”, puntualizó.
También mencionó a miss Elena, quien indicaba a los alumnos aprender las canciones del grupo musical de moda de ese entonces, the backstreet boys. En su lista señaló al profesor Sergio, el profesor de música, Fernando, Miss Blanquita en Jardín de Niños y Miss Ventura. Todos dejaron huella en su corazón.
Respecto a la amistad, Luis mencionó que “es uno de los valores que dentro del ITYC se inculca con gran esmero, pues es en la niñez cuando generas los vínculos mas fuertes; tengo amigos que conocí desde kínder. La escuela se encarga de fomentar la amistad creando un ambiente seguro, divertido y feliz para los niños. Impulsan la independencia, al final somos personas sociales y siempre buscamos platicar con alguien y los recesos funcionaban muy bien para eso, junto con la promoción de campamentos, eventos, ferias, proyectos”, aseguró.
Para él, el ITYC significó mucho, pues fue aquí donde tiene los primeros recuerdos de su interés por la cocina y ahora su éxito puede enumerarse de la siguiente manera:
- Estudió en el CESSA, universidad con la que el ITYC tiene convenio.
- Recientemente terminó el MBA en el IPADE Business School
- En 2011, él, junto con su familia, abrieron el restaurante Asian Bay ubicado en la Condesa. En la actualidad, es uno de los sitios más reconocidos por su comida tradicional china
- Dos veces consecutivas (en 2015 y 2016) ha sido semifinalista de S. Pellegrino Young Chef, una plataforma que impulsa a los jóvenes talentos de la gastronomía
- Su nombre y trabajo han sido parte del contenido de grandes revistas como Donde Ir y Food and Travel, reconociendo su auténtica comida china
- En medio de la pandemia organizó, junto con un amigo, un taller de forja de cuchillos que ofrece al público a manera virtual
Para Luis, encontrar su vocación fue de manera natural, pero recomienda a los alumnos de secundaria y bachillerato informarse si tienen dudas respecto a su futuro. “Si tienen la oportunidad contactar a gente de la industria de su interés, trabajen con ellos, para ver si realmente es lo que quieren. Yo creo que eso te acerca muchísimo a saber si es ese tu camino”, finalizó. Sin duda, la historia de Luis nos enorgullece en todos los sentidos y deseamos que siga sumando éxitos.
Emilio Scherer Castanedo
Emilio, desde pequeño sabía que formaría parte del ITYC, pues el legado de su abuela lo ha acompañado desde entonces, desde que entró a Jardín de Niños con apenas tres años.
Ahí pasó su vida académica básica y de educación media superior. Por más de 15 años fue parte de las filas del ITYC y con ello obtuvo una de las preseas más valiosas del colegio, el Reconocimiento de Perseverancia.
“De la escuela tengo grandes recuerdos, siempre me impulsaron a lograr mis sueños, a confiar en mí y en mi talento. Las misses y profesores fueron pieza clave de este despertar”.
Con recuerdos muy nítidos, Emilio comienza a contar su vida en el ITYC, las travesuras, lo momentos inolvidables, esos instantes de camaradería que formó durante su estancia.
“A mi mejor amigo, Alfredo, lo conocí aquí y ahora somos inseparables, junto con otros tres amigos más. Cada año procuramos reunirnos para saber qué ha pasado en nuestras vidas”.
Emilio y su grupo de amigos, comenzaron con una dinámica muy divertida con el afán de recordar su amistad a través de los años. Esta consiste en tomarse una foto cada año, para después sumar esta instantánea a la siguiente y así mirar cómo el tiempo los transforma, pero su amistad sigue intacta.
Para él, los eventos más emblemáticos son su último día en la preparatoria, donde cantó, rió, creó porras y compartió con todos sus compañeros de generación unas horas de mucha diversión y recuerdos. También tiene muy presente el día en que estaban en el último ensayo de la pastorela y uno de sus compañeros les jugó una broma al resto.
“Ya íbamos de salida, cuando de pronto, vemos una silueta en la ventana del salón de prepa. Todos gritamos y nos asustamos mucho, pensamos que era La Niña del ITYC, pero en realidad sólo un compañero jugándonos una broma. ¡Vaya susto!”, puntualizó Emilio entre risas.
Es así como nuestro exalumno relató las experiencias que vivió en el ITYC y todas tienen un toque divertido y alentador, pues su historia personal y familiar lo acompañan desde que nació, ya que es nieto de una de las pioneras del colegio, Miss Concepción Scherer.
Para él, el legado de su abuela es invaluable “Para mí, mi abuela es y siempre va a ser, la mujer más fuerte que he conocido. Tenía una chispa inigualable, inteligencia y una voluntad inquebrantable. Solía decirme: ‘yo soy como un avión, no tengo reversa y como un elefante, siempre viendo hacia delante’ Desde que entré a medicina me decía que tenía que seguir, trabajar para conseguir mis propósitos; siempre ha estado a mi lado”.
“Jamás se rindió, siempre estuvo dispuesta a pelear por lo que era correcto y por lo que tenía que hacerse y la única razón que mi abuela necesitaba para hacerlo era porque era lo correcto”, señaló Emilio.
Respecto al ITYC, el exalumno asegura que su abuela dejó un legado permanente. “Sé que los alumnos, egresados y docentes que hayan estado en esta institución van a llevarse algo de esa voluntad que tenia mi abuela, porque eso es lo que ella dejó. Ayudó a forjar a muchas de las personas que estamos enfrentando los problemas más grandes que jamás habíamos podido imaginar. Entonces, parte de lo que hagamos, ella tiene cierto crédito y eso es increíble para mí. Si llego a ser tantito como ella, seguro ya será una vida bien vivida”, aseguró.
En la actualidad, Emilio es médico y formó parte del equipo que ha luchado contra la COVID-19. Su visión de la situación dio un giro de 180 grados, pues vivió en carne propia la enfermedad y el tratamiento de la misma en decenas de pacientes.
Él está seguro que la medicina es su vocación e invita a los alumnos de la secundaria y preparatoria ITYC a perseguir sus sueños. “Atrévanse a aquello que quieren hacer; hay que estar bien plantados, firmes en la tierra y jamás dudar de nuestras capacidades. El principio es difícil, pero hasta que no te pones a pruebe ti mismo, no te puedes dar cuenta qué tan lejos puedes llegar. Un caballero con armadura brillante es un caballero que nunca ha puesto a prueba su armadura”, finalizó.
Adriana Llabrés
Adriana Llabrés es una reconocida actriz que egresó de nuestras aulas para después, abrirse paso en el mundo teatral y cinematográfico. Pasó más de nueve años en el colegio y durante ese tiempo logró encontrarse a sí misma.
“Conozco a mis amigos desde los nueve años, es impresionante como pasa el tiempo y nosotros seguimos unidos. Sin duda, encontré amistades para toda la vida”, aseguró Adriana.
Para ella, su paso por nuestra aulas fue una experiencia extraordinaria. “Cuando estaba en la primaria, me gustaba llegar temprano para jugar con otros compañeros que también tenían hermanos en la secundaria”.
Asegura que se enfrentó a grandes retos, como lo era la clase del profesor Fernando, quien, desde su perspectiva, imponía miedo en la primaria. Pero después, ya en la secundaria, la situación cambió.
“Él me enseñó a tocar la guitarra. Él daba calificaciones de 0 o 10 y me gané un diez, lo reconoció ante el grupo y sentí muy orgullosa.
La enseñanza de ese momento la llevo conmigo desde entonces hasta ahora: si soy persistente, lo logro”, mencionó.
Para Adriana estudiar era una prioridad, pero ¿qué sería de nuestro paso por la escuela si no tenemos anécdotas divertidas qué contar?
Ella recuerda con gran entusiasmo como un día, varios de sus amigos y ella, decidieron irse pinta.
“En la mañana nos escondimos por un tiempo, hasta que vimos que ya habían cerrado la puerta y nos fuimos al café que estaba cerca. Ahí pasamos unas horas y después no trasladamos a la casa de uno de mis amigos. Nuestra diversión duró sólo un par de horas, porque ya estábamos aburridos de no hacer nada, pero teníamos que esperar hasta la hora de la salida para que pasaran por nosotros. Entonces, no podíamos hacer nada mas que esperar. Lo que iba a ser divertido, terminó siendo un desastre”, comenta.
En los años de escuela, Adriana pasó por grandes cambios, tanto familiares como emocionales y ella recuerda con mucho cariño que las misses y profesores siempre fueron comprensivos y le brindaban apoyo en todos lo sentidos.
Y fueron las misses quienes también fungieron como guías para la elección de su carrera profesional.
“Miss Rosi Rosado, me hizo enamorarme de la literatura. Vimos a grandes escritores modernos y contemporáneos. En esta clase, me acuerdo, que estudiaba muchas palabras para sorprenderla. Me emocionaba estar preparada. Gracias a ella, en la actuación, estoy enfocada a ciertos textos”, puntualizó.
Poco a poco descubrió su vocación.
Mi mamá me empujó para dar este paso. Desde siempre supe que me gustaba la actuación, y mi familia me apoyó. Entré a clases de música, de baile y pronto estaba haciendo castings.
Lo que mi mamá intentaba era no cortarme las alas, ella me conocía y cuando me dijo que me fuera a estudiar a Londres, sentí que me estaba retando.
Ahora ella es la primera que compra boletos para las obras en las que estoy. Siempre me está apoyando; tiene la butaca de oro”, aseguró.
Ahora, la carrera de Adriana está plagada de éxitos como la participación que tuvo en la obra de teatro El zoológico de cristal y la seria Narcos, entre otros.
Próximamente hará más cine y empezará a producir con el afán de dar productos que a ella le gustaría que existieran. “Quiero producir cine y teatro. Abrirme puertas en todo el mundo. Pero también contribuir en que México sea competitivo en la industria cinematográfica y teatral”, enfatizó.
Por último, nuestra exalumna ofrece un consejo a nuestros alumnos para que nunca desistan de sus sueños y descubran lo que realmente los haga felices. “Es importante hacer un esfuerzo para saber qué te gusta y hacerlo. Aun si es una carrera difícil, hay que tener conciencia de que esta vida, así como la estamos viviendo, es única y solo nos pertenece a nosotros. A veces queremos valer nuestra identidad por lo que opinen los demás y debemos tener cuidado con eso, sobre todo en el momento de elegir. Hay que hacer lo que nos haga muy felices”, finalizó.
Bernardo Ramírez López
Bernardo Ramírez, nos cuenta en una entrevista, lo que vivió en el ITYC durante los cinco años que estuvo con nosotros.
Dentro de los recuerdos más nítidos están las enseñanzas que tuvo en las aulas. Entre las misses que más recuerda son:
“Recuerdo mucho a Miss Laura Durán, porque su clase era muy didáctica, muy clara. Todo mundo ponía mucha atención. De ahí surgió la idea de estudiar mi carrera que es Relaciones Internaciones, sorbe todo cuando veíamos historia universal. También influyó Miss Caro de geografía en mis intereses sobre mis estudios profesionales”, puntualizó.
Sin embargo, Bernardo afirma que Miss Yolanda fue un eslabón fundamental para su futuro, pues lo invitó a un curso de oratoria en el Centro libanés. Es cierto que Ramírez ya tenia interés en esta actividad, pero en este momento su pasión se concretó.
“Ella me motivó a la oratoria y ahora yo tengo mi propio taller de oratoria. Ella influyó en la parte de expresión oral”.
En su paso por la escuela, Bernardo también vivió grandes experiencias y alguna que otra travesura, como la que nos cuenta a continuación.
“En la clase de educación sexual nos dejaron de tarea llevar un condón para saber utilizarlo y, de repente, en el receso, los inflaron e hicieron globos que estaban volando por todo el patio y el profesor Rendón le llamó la a tención a Miss Yolanda, pero bueno tenia un propósito educativo”.
El cuestionar al exalumno por las amistades que formó dentro de la escuela, él menciona que una de sus mejores amigas la conoció aquí en el ITYC.
“Al ITYC siempre lo he percibido como un lugar que te es familiar sabes que es un centro educativo, pero también lo sientes como una familia extendida y eso hace que se puedan forjar relaciones de largo plazo”, enfatizó.
Ya en sus años profesionales, Bernardo ha pasado por varias etapas.
“Hay temas que me apasionan mucho, como racismo, desigualdad, género. Y ahora he estado enfocado en la docencia en el ITAM y doy la clase de Estrategias de Comunicación para alumnos de primer semestre.
También tengo mi taller de oratoria con enfoque humano”.
Sin duda, ha hecho un excelente trabajo.
Para finalizar, Bernardo Ramírez recomienda los alumnos ITYC
“Una vez que egresen, no se rindan, no desistan de sus objetivos. Ese choque que hay entre la preparatoria y la universidad es muy fuerte. Las calificaciones cambian, el ritmo de trabajo es diferente y si venias de promedios altos y después te topas con números inferiores a los habituales, te frustras. Pero no olviden disfrutar esa etapa”.
“Si se vale tener una idea de lo que quieren hacer en la vida, pero también deben guiarse por la intuición, porque se vale equivocarse, no tengan miedo a eso, a todos nos pasa. Aprendan a ser pacientes y poco a poco lograrán buenos resultados Lo que te va formando como persona toma mucho tiempo y no es de un día para otro. Hay que dejar a tras esa idea de la inmediatez”, finalizó.