Andrés Gutiérrez Valdés

“Desde que llegué al ITYC, sabía que era ahí donde quería estar. Yo buscaba una escuela con un muy buen nivel en matemáticas y aquí lo encontré. Ahora soy científico y busco hacer el posgrado en Estados Unidos”.

El ingreso del Andrés al ITYC fue un evento digno de contarse. Él cursaba la preparatoria en otra escuela, pero se dio cuenta que esa institución no le brindaba las herramientas necesarias para alcanzar sus objetivos y buscó más opciones.

Desde muy pequeño sabía que su vida estaba directamente ligada a la física, a los experimentos y al descubrimiento científico, por eso se empeñó en encontrar una escuela que lo impulsara a seguir ese sueño, esa vocación y después de seguir la recomendación de una amiga, entró al ITYC.

“Desde que llegué a la escuela, sabía que era ahí donde quería estar. Yo buscaba una escuela con un muy buen nivel en matemáticas y el ITYC lo es.

“Cuando estaba en el proceso de selección, Miss Vero me entrevistó y nuestra charla fue extraordinaria, hicimos clic desde ese momento y con el paso del tiempo, se convirtió en una de mis maestras favoritas”, señala Andrés.

Aunque su paso por el ITYC fue breve, para nuestro querido exalumno, su estancia resultó altamente enriquecedora, pues “cuando yo llegué siempre fui bien recibido desde el primer día. Tanto compañeros como maestros fueron muy cálidos; me aceptaron con los brazos abiertos”.

“El primer día que llegué, todos mis compañeros se reunieron alrededor de mí para preguntarme: ¿de dónde vienes?, ¿qué te gusta?, ¿por qué decidiste entrar aquí? Con ese detalle me hicieron sentir parte de ellos”, enfatizó.

“Somos una familia”

Andrés reconoce que en el ITYC la comunidad es pequeña, es decir, entre los compañeros y docentes se conocen de una manera más personal, “somos una familia”, enfatizó.

Sin embargo, Andrés no sólo dedicó su tiempo al estudio, también participó en los eventos que realizó su generación y, claro, en las travesuras que juntos hacían.

“Hay una anécdota muy divertida que sí me gustaría contar. Cuando estaba en 5º de prepa, se generó un tipo de rivalidad amistosa entre ambos grupos, el A y el B —sigo sin entender por qué, pero fue así—. Entonces, era Navidad y nos robamos el árbol. Ni siquiera sabíamos por qué lo hacíamos, pero para nosotros fue muy divertido. Claramente nos regañaron, pero la pasamos increíble”, recuerda.

Sin duda, Andrés disfrutó muchísimo sus años en el ITYC, pero no sólo por la convivencia entre amigos, sino por el aprendizaje que obtuvo de sus profesores.

Al respecto, él menciona que Miss Yolanda fue una de sus mentoras y que hasta el momento mantiene comunicación con ella.

“También tengo presente las enseñanzas del profesor Marco, él fue una pieza clave en mi formación académica. Me apoyó mucho retándome a mí mismo, poniéndome problemas más complejos, hacia que yo investigara, que fuera más allá de lo que tenía a mi alcance”, afirmó.

Pero para Andrés, el ITYC también fue un nicho para crear verdaderas amistades, incluso, su actual relación amorosa nació ahí.

“Somos un grupo de amigos que nos vemos con mucha frecuencia, organizamos las comidas navideñas y nos hablamos para saber en qué estamos y qué hacemos. Cuando nos reunimos, se siente como si no hubiera pasado el tiempo, seguimos siendo los mismos, reímos y hacemos chistes que nos divierten mucho, como lo hacíamos en la preparatoria”.

Para él, esta amistad nació gracias a un factor muy importante: los valores que los alumnos ITYC comparten.

“Todos venimos con el mismo trasfondo de valores. Son gente honesta, ambiciosa, creativa, cálida y humana. Y cuando tú sales al mundo real, te das cuenta que no todas las personas son así. Aquí, dentro y fuera, somos una familia”.

La relación de Andrés con la Física

Ahora este grupo de amigos, no sólo comparte una amistad, también tienen en común su gusto por el éxito y Andrés lo está alcanzando gracias a su trabajo y dedicación en la carrera profesional que decidió estudiar: Física en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Desde siempre supo que sería científico y ahora lo es con todas sus letras. “ Yo siempre fui un niño muy curioso y me gustaban los fenómenos naturales. Siempre me hacía preguntas, ¿por qué pasa eso? ¿De dónde viene tal cosa? Y las respuestas siempre me llevaban a la Física”, señaló.

“Estudiar Física fue un reto, ha sido lo más difícil a lo que me he enfrentado, pero lo logré. Con el paso del tiempo descubrí lo que realmente me apasiona: estar en el laboratorio haciendo experimentos, metiendo las manitas”.

Conforme fue avanzado en sus estudios, Andrés se convirtió en estudiante asociado al Laboratorio de Materia Ultrafría del Instituto de Física de la UNAM, parte del Laboratorio Nacional de Materia Cuántica.

“En este laboratorio se formó el primer grupo científico en Latinoamérica en producir un estado de la materia conocido como Condensado Fermiónico de Bose-Einstein”.

Estos triunfos lo han llevado a generar más conocimiento, incluso a publicar dos artículos científicos, pero para él su objetivo primordial es explorar la astrodinámica, la astrofísica y dinámica orbital.

Sin embargo, sabe que este peldaño no lo podrá subir en nuestro país, pues México no cuenta con investigaciones relacionadas, por esta razón, buscó nuevas oportunidades, nuevos rumbos que lo llevaron a mirar universidades en el extranjero.

“Aplicar para las universidades de otros países es todo un proceso, por eso, desde el año pasado, busqué instituciones educativas que sumaran a mis propósitos profesionales.

“Así fue como di con tres universidades en los Estados Unidos que cuentan con el programa que yo requiero. Apliqué y ahora espero las respuestas. Por el momento, puedo confirmar que ya me eligieron en una de ellas, sólo me faltan dos más y decidiré a donde iré”.

Para Andrés es muy importante realizar sus estudios de posgrado en el extranjero, por eso picó piedra y obtuvo la beca Fulbright, la cual se otorga a los alumnos más sobresalientes.

Sin duda, la historia de Andrés es sinónimo de trabajo, de dedicación y ser parte de este logro, nos enorgullece demasiado.

Te deseamos lo mejor, Andrés. Felicidades por tu éxito.