Fernanda Solís Díaz

“Tomar la decisión sobre qué carrera elegir, siempre es un desafío. Pero el ITYC me orientó para conocer las posibilidades que existen en el mundo educativo; hoy estoy muy satisfecha con lo que he logrado”.

Desde que entró al ITYC, Fernanda Solís Díaz supo que recuerdos imborrables llegarían a su vida. A sus tres años, la vida sólo se trataba de juegos y diversión, y a este plan se unió la escuela.

Sus padres buscaron un sitio donde Fer pudiera aprender las herramientas necesarias para una vida profesional prometedora.

Asistir al colegio para ella era extraordinario, existían clases que atesoraba más que otras y eventos que no pasaban desapercibidos como el Halloween.

“Para mí este día siempre era sinónimo de diversión y juegos. Me disfrazaba siempre que podía y cuando llegué a la preparatoria participé en la organización; todo me encantó”.

Entre sus recuerdos de primaria están los recesos donde los pasaba en un columpio formado por una llanta. Ahí pasaba gran parte de su tiempo libre, “me gustaba estar ahí con mis amigos, jugábamos todo el tiempo”, señaló.

Estando en primaria, Fer tiene recuerdos muy nítidos y asegura que fue una de sus mejores etapas.

“Recuerdo perfecto cuando hicimos un concurso de calabazas, todos éramos demasiado competitivos y entregábamos todo, incluso los papás se ponían la camiseta y nos apoyaban muchísimo. Mi familia y yo hicimos un hombre de paja”.

Una vez que Fer pasó a la secundaria, las instalaciones cambiaron y su dinámica también. Para ella todo era nuevo y lleno de diversión.

“La cafetería era un lugar donde yo me la pasaba muy bien con mis amigos y amigas. Me acuerdo cómo Miss Jenny estaba al pendiente de nosotros y si hacíamos algo que no era lo adecuado, nos reprendía; la disciplina siempre fue una constante en el ITYC y estoy muy agradecida por ello”.

Para nuestra querida exalumna, el ITYC se convirtió en ese lugar donde el trabajo en equipo es primordial para alcanzar el éxito.

“Los trabajos que nos dejaban siempre fueron muy enriquecedores, nos permitió conocernos y colaborar en equipos para obtener mejores resultados”.

Los momentos más importantes de su vida los pasó dentro del colegio y sus mejores amigos también los conoció aquí, entre ellos se encuentra Héctor Trejo, exalumno ITYC.

Sin embargo, Fer poco a poco se fue abriendo camino en el mundo académico, mantuvo calificaciones óptimas, conservó un promedio que le permitió postularse a distintas universidades, pero ella eligió la Universidad de la Comunicación y ahí estudió comunicación visual.

Su camino profesional arrancó en agencias de publicidad donde obtuvo gran experiencia en el ramo haciendo diseño y videos.

En la actualidad se dedica a la fotografía profesional e inmortaliza momentos inolvidables con su lente.

Sin duda, la historia de Fernanda nos llena de orgullo, pues durante su vida personal y académica, ha perseverado y nunca ha desistido. Felicidades, Fer.