Mi segundo hogar; el ITYC - ITYC
Instituto Técnico y Cultural

55 5543 1424

Mi segundo hogar; el ITYC

Después de 32 años de labor ininterrumpida, Miss Verónica Tessan inicia su proceso de jubilación y con él, viene una serie de recuerdos, anécdotas y cientos de historias que llenaron su corazón desde 1988, cuando ingresó por primera vez a las aulas del ITYC.

Su historia es peculiar, pues asegura que entró pensando que sería temporal, pero pasaron los años y el cariño que generó por los alumnos y la docencia fueron más grandes en cada ciclo escolar.

“Puede parecer una frase hecha, pero el ITYC ha sido otra casa para mí. Durante mi estancia, ocurrieron los hechos más trascendentes de mi vida adulta: me casé, nacieron mis hijos, me cambié de casa, falleció mi mamá, hice amistades que perduran y que ahora forman parte de mi familia extendida.

“El ITYC es este lugar seguro donde regreso y me siento en familia con mis compañeros, las autoridades y, sobre todo, el cariño de mis alumnos”, aseguró Miss Vero.

Ella es una mujer de un temple sutil, pero firme. Su carisma y formalidad, han logrado que muchas generaciones la coloquen como una de las maestras más entrañables y recordadas.

Con el paso del tiempo, ella se ha transformado y se adaptó a los cambios inherentes del proceso educativo y las nuevas tecnologías, cada generación era particular y especial, aunque el eje rector siempre fue la educación, para la cual ella tiene un significado especial: 

“Desde mi perspectiva, es este conjunto de herramientas tangibles e intangibles que te ayudan a desarrollar habilidades esenciales para la vida. La educación nos permite convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, ya que potencializa nuestras virtudes y nos ayuda a pulir nuestros defectos”.

Bajo esta premisa, asegura que las clases con sus alumnos eran de mutuo aprendizaje, porque ella impartía la materia y, a cambio, ellos, sin proponérselo, le daban una perspectiva diferente de las cosas ayudándola a mantener un pensamiento más abierto. “Me gusta mucho la forma espontánea y, a veces, hasta ingenua en la que se conducen los alumnos; son creativos, inteligentes y muy divertidos. La convivencia con ellos es enriquecedora”, enfatizó.

Ahora su jubilación la entusiasma con igual ímpetu que dar clases, pues tiene muchos proyectos que había dejado en espera y  que pronto podrá dedicarles un poco más de tiempo. “Es una nueva etapa de mi vida y quiero sacarle el mayor provecho, desarrollar nuevos intereses y seguir aprendiendo nuevas cosas”, señaló.

Para toda la comunidad, Miss Vero tiene un mensaje:

“Mi reconocimiento a las autoridades por esforzarse siempre para ofrecer la mejor educación, por haberme hecho sentir como en casa, por hacerme saber que mi labor era importante y brindarme las herramientas para ser mejor maestra.

“Gracias a los padres de familia, por dejarme contribuir en la formación de sus hijos. por haber confiado en mí y las muestras de cariño recibidas. Gracias a mis compañeros por su amistad, las experiencias que compartimos, sus enseñanzas y los buenos momentos que pasamos juntos.

“Quiero agradecer, sobre todo, a mis alumnos por haberme enseñado tanto, por mantenerme joven mentalmente, por todas las veces que me hicieron reír con sus ocurrencias pero, más que nada, por ayudarme a mantener la confianza en un mundo mejor”.

La gratitud es en ambos sentidos, ya que el ITYC reconoce su esfuerzo y trabajo, cada logro construido. Sabemos que su paso por las aulas está a punto de concluir, pero su historia queda guardada en nuestros corazones. Te deseamos lo mejor, Miss Vero. Gracias totales.

Noticias recientes