Orgullosamente ITYC; así se despide Miss Caro - ITYC
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Orgullosamente ITYC; así se despide Miss Caro

“Una despedida nunca es fácil, y menos cuando se trata de un lugar y personas tan entrañables como lo son mis alumnos, mis compañeros y toda la comunidad ITYC; los voy a extrañar mucho”, así es como Miss Carolina Valdés, inicia su proceso de jubilación después de trabajar 35 años en la escuela.

En el ITYC, la lealtad y perseverancia son valores que prevalecen desde su fundación hasta el día de hoy, muestra de ello son docentes como Miss Caro, quien dando clases en Bachillerato, alcanzó uno de los más grandes retos de la vida: la jubilación.

Ella inició su vida docente en 1985, cuando llegó al colegio para suplir a una maestra. Sin embargo, su gran desempeño y labor, le permitieron quedarse por mucho más tiempo.

“En esta institución desarrollé felizmente mi vida profesional. Se convirtió en un estilo de vida, que yo hice parte de las costumbres familiares, por ejemplo la puntualidad, la disciplina y el dar más de lo que se te pida por el bien de todos”, señaló Miss Caro.

Para ella, estar en los salones y dar clases, es un aprendizaje continuo que la hicieron crecer como profesionista y como persona. “El afecto por parte de mis alumnos es extraordinario. Los lazos que se forman con maestros y personal administrativo, son para toda a vida”.

Y es que la educación es el pilar para la sana convivencia social y personal, por lo que Miss Caro explica que es “un gran reto, porque implica el dar lo mejor de ti en todos los aspectos, para que tus alumnos aprendan conceptos y procedimientos de tu asignatura, pero también valores y comportamientos que los hagan ser mejores estudiantes y personas”.

Ver cada día el desempeño favorable de sus alumnos, le generó enormes satisfacciones. Una de sus más grandes dichas, era ver el esfuerzo que los chicos ponían en cada trabajo, en los torneos en los que participó como asesora y en los campamentos; “viví muchos momentos inolvidables, compartí emociones y sentimientos genuinos con ellos, sobre todo en las asesorías”.

Su esfuerzo siempre en ascenso, enfrentando los restos y cambios que las mismas generaciones traían consigo. Ahora su vida va a dar un giro, modificará su rutina, lo cual produce distintas emociones en ella. 

“Por una parte incertidumbre y tristeza al no asistir al lugar en el que  aprendí tanto y que fui tan feliz durante 35 años. Extrañaré muchísimo a los alumnos, a mis compañeros y a todo el personal.

“Por otro lado, me siento satisfecha y segura de que era el momento adecuado. Con planes académicos y, sobre todo, familiares, que me hacen ver un futuro bueno y feliz”, puntualizó.

Para ella, este momento es muy especial, porque ve en retrospectiva y lo que prevalece es un sentimiento de gratitud hacia la escuela, los alumnos, los padres de familia que confiaron en ella. Para cada uno de esos sectores, deja un mensaje escrito desde el corazón:

“Gracias por todo, comunidad ITYC. Me voy contenta por el deber cumplido, los aprendizajes, las vivencias y los afectos que quedarán en mí por siempre. Los directivos también merecen todo mi agradecimiento, pues han sido incontables las muestras de confianza, apoyo, solidaridad y cariño, que me hicieron sentir valorada y querida. Gracias”, finalizó.  

El ITYC está orgulloso de Miss Caro, de su trabajo, de su labor docente. El colegio está agradecido con su compromiso y le desea el mejor camino para la jubilación, sabemos que le esperan más momentos entrañables. Gracias por tanto, Miss Caro.

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