Semblanza Sr. Ricardo y Sr. Javier

“Los vientos y las olas están siempre del lado de los navegadores más capaces”

Después de más de dos décadas de trabajo, el señor Javier Hernández y el señor Ricardo Tenorio, dos miembros muy especiales del departamento de mantenimiento, se despidieron del ITYC, pues se jubilan después de dedicar su vida laboral al colegio.

Es claro que esta nueva etapa viene acompañada de inmensa gratitud, ya que la escuela reconoce su esfuerzo, dedicación y lealtad durante estos años.

A decir de quienes estuvieron cerca de ellos, ambos eran sumamente solidarios y excelentes personas.

“Personalmente, me enseñó grandes cosas, ahora que yo ocupo su puesto, sé la responsabilidad que tenía en sus manos y entiendo su amor por el trabajo”, resaltó el señor Raúl Rico Aguirre, quien ahora es el segundo a cargo de mantenimiento.

Para sus compañeros, el señor Ricardo se posicionó como un líder que guio y acompañó a todo el personal, “tenía un carácter fuerte, pero era generoso”.

En tanto, los comentarios que se escuchan del señor Javier son sumamente similares.

“Él era muy reservado, pero muy trabajador. Era experto en ciertos temas de mantenimiento y con gusto nos explicaba cómo hacer las actividades”, señaló Efraín Jaime Ortiz Barrera, miembro de mantenimiento. “Yo aprendí mucho con él”, aseguró.

Sin duda, dejaron una huella imborrable entre sus compañeros, todos se expresan de ambos como dos piezas clave que aportaron experiencia y dedicación a sus días en el ITYC.

Llegar temprano, estar en las guardias, recibir a los padres de familia y alumnos con gran entusiasmo, estar al pendiente de los detalles eléctricos, de plomería, pintura, etcétera, eran las actividades más recurrentes que realizaban.

De este trabajo las misses, profesores y personal administrativo fueron testigos, pues siempre estaban presentes y eran amables.

Al respecto de la jubilación del señor Javier y el señor Ricardo, el director general Gerardo Sánchez Azcona  asegura que ambos dejaron escrita en el libro del ITYC, su historia y su ejemplo para el personal de mantenimiento.

“La existencia trae cambios, la vida trae cambios y en este año se despiden dos grandes hombres que han dejado un legado en el colegio. Los despedimos con inmensa gratitud y estamos seguros de que esta nueva etapa la enfrentarán con la misma gallardía de siempre. Enhorabuena, los vamos a extrañar”, señaló.

Con frecuencia, las despedidas se sienten en el corazón y esta no es la excepción. Para los dos, nuestro más sincero agradecimiento; gracias por ser fortaleza, pieza clave, guía, muro de contención. Gracias por su lealtad.

Gracias, señor Ricardo. Gracias, señor Javier.  Los vamos a extrañar, pero sabemos que su fortaleza nos acompañará por el resto de nuestras vidas, pues siempre estaremos unidos y llenos de amor.