¿Cómo aprenden ciencia las niñas y los niños?

Saber ciencia es tan importante en la vida cotidiana como lo es dormir y respirar. De ellas emanan descubrimientos, resolución de problemas, entre otras cosas.

En el ITYC, nos concentramos en incentivar la curiosidad y atracción de los alumnos por esta disciplina que resalta lo mejor de ellos.

En Jardín de Niños, el objetivo principal es un acercamiento básico a la investigación, por ello tienen clases especiales donde aprender a conocer las plantas, la flora y la fauna de distintas regiones y todo acerca del medio ambiente. 

En tanto, en Primaria, los alumnos exploran el mundo de la ciencia a través de proyectos que fomentan el desarrollo de habilidades cognitivas, pues deben cuestionarse sobre el mundo que conocen, generar sus propias preguntas y la búsqueda de respuestas. 

Para los alumnos de secundaria y preparatoria, la enseñanza es igual de marcada. Sin embargo, ellos escalan un paso más en su aprendizaje y realizan prácticas en el laboratorio de física y química. 

Pero, ¿cuál es el mejor camino para aprender ciencias?

1. El acompañamiento:

Los niños requieren una guía y que estén cerca de ellos para aprender esta asignatura de manera natural. Una de las claves en la enseñanza es la actitud, es decir, cómo los profesores y padres de familia transmiten sus emociones al respecto. En este punto, también es importante señalar que la confianza que se debe depositar en el alumno es primordial, asegurando que cada niño aprenda a su ritmo y utiliza un camino único, pero que tienen la capacidad para desarrollar y resolver cualquier problema.

2. Aprendizaje cotidiano:

Existe una falsa creencia de que sólo se aprende ciencias en la escuela, y esto no es así, ahí sólo se genera el inicio. Durante todo el día, los niños realizan multitud de acciones que le están ayudando a desarrollar su pensamiento científico.

3. Se aprende a través de la exploración:

El ser humano aprende con mayor facilidad cuando experimenta con objetos,  por eso es importante que los alumnos se sometan a investigaciones de campo, del juego, es decir, deben estar en contacto con el medio ambiente y todos los recursos que éste proporcione.

Es cierto que no existe una fórmula exacta para el aprendizaje de la ciencia, pero lo que sí se conoce es que todos los niños son capaces de aprender esta asignatura de una manera integral.