Los egresados alcanzan sus sueños gracias a su perseverancia y entrega, misma que aprenden desde etapas muy tempranas, como lo es la infancia. Por eso somos muy reiterativos en el seguimiento de reglas y disciplina.
Hoy sabemos que ellos son los creadores de su presente, pero este está cargado de todo aquello que fueron y aprendieron en el pasado.
Educar a hombres y mujeres con criterio y responsables, es una de nuestras prioridades. Orientamos a nuestros alumnos desde Jardín de Niños hasta Preparatoria, a ser agentes de cambio a través de valores cívicos y éticos.
Durante su estancia en el ITYC, nuestros alumnos forman parte de grupos reducidos para brindarles atención más personalizada y así poder resolver los problemas que puedan surgir.
También, son parte de talleres psicoeducativos que los orientan en sus emociones y sentimientos, para una mejor toma de decisiones.
Además, en el ITYC promovemos el valor de la amistad a través de actividades sociales que los ayudan a generar vínculos entre ellos. Esto trae como resultado un trabajo en equipo mas eficaz y con ello, resultados efectivos en las evaluaciones.
Con el paso del tiempo, ellos y ellas se convierten en familia, lo que perdura por años, incluso después de egresar.
A decir de los exalumnos, en el ITYC encuentran su vocación. Como lo mencionó Luis Chiu en una reciente entrevista: “Recuerdo que en el ITYC inicié el gusto por el arte culinario; en las clases de cocina que tenía en Primaria preparaba distintos platillos que después reproducía en el restaurante de mis padres. Creo que ahí inició todo”, aseguró
Para nosotros es muy importante saber que los alumnos salen de nuestras aulas con un alto grado de adaptabilidad para enfrentar la vida universitaria que demanda y requiere de estructura y resiliencia.
Nos sentimos muy orgullosos de cada uno de ellos y sabemos que las siguientes generaciones gozarán de los mismos beneficios y alcanzarán el éxito en cada eta de sus vidas.
